Continuamos con nuestro propósito de señalar los desaciertos y gazapos que figuran en la Web de la enciclopedia virtual Wikipedia, referentes a Teror. En esta nueva ocasión fijaremos nuestra atención en la ya citada tabla de «Cronología y fechas de la Villa Mariana». Entre las muchas fechas y efemérides que ofrece el autor de este texto aparece la siguiente: «Año 1590: Teror es proclamada Villa Mariana». Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que ya desde el siglo XVI se hace mención a Teror en calidad de «Villa», no lo es menos que las ocasiones en las que se emplea tal término se pueden contar con los dedos de una mano. Por el contrario, abundan los ejemplos en los que se emplea el vocablo «Lugar». Así, en 1629 el obispo Cristóbal de la Cámara y Murga hace alusión a Teror en los siguientes términos: «Terori. Es un lugar fresco…». Años después, en 1686 y 1764, el historiador Pedro Agustín del Castillo y el padre Acevedo, respectivamente, se referirán a él como: «Lugar de Teror». Y así podríamos seguir hasta aburrirnos. Efectivamente, durante los siglos XVI y durante buena parte del siglo XIX, la localidad de Teror es mencionada en calidad de «Lugar» mientras que el vocablo «Villa» es empleado en muy contadas ocasiones, generalizándose solamente a partir del pasado siglo XX. Que yo sepa, durante el Antiguo Régimen fueron muy pocas las entidades de población que eran reconocidas o mencionadas de esta manera. Nos referimos a las Villas de Arucas, Gáldar o Agüimes (puede que se me quede alguna…).
Asimismo, la forma en la que está redactado el texto aludido nos puede llevar a un error aún mayor. Recordemos «Año 1590: Teror es proclamada Villa Mariana». El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, nos ofrece en su primera y segunda acepción el significado de la palabra «proclamar»: «1. Publicar en alta voz algo para que se haga notorio a todos»; y «2. Declarar solemnemente el principio o inauguración de un reinado u otra cosa». Por lo tanto, la acción de «proclamar» conlleva la realización de un acto público y solemne, algo que nunca se produjo en Teror y menos aún en la fecha que nos mencionan. Desde luego, el hecho de que en el año 1590 se emplee el vocablo «Villa» para referirse a Teror, no significa que esta ya lo fuese en aquella época. Efectivamente, en la investigación histórica la constatación de un hecho o una realidad no se puede reducir al hallazgo de unos pocos datos aislados. Por el contrario, se hace necesario cuantificar, comparar y someter a juicio crítico la fuente con la que nos topamos. Y es que como dice el refranero, una golondrina no hace verano…
Fragmento de un documento del siglo XVIII relativo a Teror.
Foto: Héctor Vera
Foto: Héctor Vera
Gustavo A. Trujillo Yánez
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